lunes, 21 de julio de 2008

Una manta trapera - an old fashion quilt

The pictures were taken at mi father's farm in Aigua, Uruguay. My grandmother (1904 - 1997) sew the quilts who knows when. The insides are made of patches of wool fabric of different origins. Some looked unused, others not so. The last picture shows a very humble quilt sewn by the wife of the foreman. I had only heard of stories of these quilts and was very suprised to find one. This kind of quilt gives the name of our quilting group in Uruguay. My camera failed me so excuse the quality of the images.

El fin de semana pasado fui a Aigua, Maldonado, al campo de mi padre, que fue de mi abuelo a pasar el fin de semana. Sali cargada con la camara digital con la intencion de fotografiar las mantas hechas por mi abuela. La camara no se porto bien porque no quizo enfocar.
Son tres mantas que para mi existen desde siempre. Sospecho que las hizo cuando mi tio y padre eran chicos porque hay 2 que son gemelas. Mi padre tiene 78 anhos asi que hemos pasado unos cuantos inviernos bajo su abrigo.



Alguna vez vi a "labuela" remendandolas y de hecho hay una tela que reconozco de un hedredon de plumas eterno. Una de ellas tiene un agujero atras que aproveche para investigar adentro. El relleno son trozos de distintas telas de lana... por eso son abrigaditas. Nunca habia mirado las colchas con atencion, y menos por dentro. Las telas de afuera son varias, algunas gruesas como de cortina, no se.

Mi tesoro mayor fue encontrar una genuina manta trapera. Una colcha de la mayor simplicidad y humildad para abrigarse en la cama. Es la manta que da nombre a nuestro grupo de costureras!


Confieso que me sorprendio que las camisetas conservasen sus mangas y cuello dobladito para adentro. La capa de atras son trozos grandes de tela a la que estan cosidas con puntadas grandes las camisetas y trozos de camisas y buzos veijos. La cosio Angelica, la esposa del Capataz.
Uno descubre tesoros en cualquier rincon si tiene los ojos y el corazon abierto para dejarse sorprender.

miércoles, 16 de julio de 2008

20 k por dos

Este mes de julio viene muy benigno, hay mucho sol y un calorcito disfrutable. El clima no invita a coser asi que estoy demorando los bloques del intercambio. Si invita a estar afuera y respirar hondo.

Como las últimas semanas fueron las vacaciones de invierno tome tiempo para estar un poco en casa. Aproveché las dos mañanas de los viernes para seguir mi entrenamiento.

Sali hacia la rambla de Montevideo desde el km 9 al 0, osea desde Playa Pocitos hasta el Puerto de Montevideo. El viernes pasado tuve la fortuna de que Guille (mi hijo mayor, 19) me acompañase. Volvimos a casa con el tanque vacío, pero satisfechos.

En este recorrido es notable como uno pasa por las distintas personalidades de la ciudad. Pocitos es cosmopolita, edificios con un aire pudiente, veteranos con championes importados y perritos con nombre y apellido. Ramirez es más humilde, Barrio Sur vacía porque el viernes por la mañana hay que trabajar, sobre la Ciudad Vieja y el Puerto pescadores pueblerinos con todo el tiempo del mundo, edificios tipos soviéticos que no se dan cuenta de la fortuna de un horizonte de mar y autos de aspirantes a ejecutivos que no quieren pagar estacionamiento cerca de la oficina.

Luego de esa pausa para gastar otro poco los championes, de vuelta estoy en el mundo de la semilla, las normas, los estándares y las relaciones multi-inter-poli-instituciopersonales.

miércoles, 2 de julio de 2008

17 km

El sábado sali más temprano a correr. Había una niebla bien espesa y el aire estaba quieto. Apenas se veía la rompiente de las olas en la playa.
Salí mejor preparada con un sachet de Gu que seguramente estaba vencido orque lo compre en el 2005. Noté la diferencia a la vuelta, un poquito de azúcar en el organismo hace que rinda mejor. Seguro que también ayudó porque habia salido sin desayunar.

tiempo de los 16 km: 1:45 horas.

Taller de Muñecas con Anabella


El sabado nos juntamos en el Taller de Traperas (la casa de Soledad) para jugar a las muñecas. Quedaron bien lindas y fue muy ameno hacerlas. Sin contar con los fruncidos de la ropa que nos hicieron sufrir a todas.

Gracias Anabella!

Salieron variadas como la vida: pelirrojas y rubias, morochas y blanquitas. Qué bueno sería vivir asi mezclados para que nuestras fotos salieran asi de coloridas.